Thursday, April 3, 2014

La pasión Turca 2014


El viaje a Turquía lo organizamos entre mi amigo Carlos y yo desde Brno porque él se cambiaba de trabajo justo en Abril y para poder hacer algo antes, decidimos organizarlo.
La idea era excelente, porque él estuvo de Erasmus en 2012-2013 en Ostrava (CZ) y conoció a muchos turcos, especialmente del sexo opuesto, jaja.
Serían ellos, junto con algún amigo de allí quien nos iban a guiar por la ciudad y darnos alojamiento, y la verdad que no podía haber sido mejor viaje: gente, lugares, gastronomía, ocio... al alcance de la mano...
Sin saber cómo, al dejar el equipaje nos cambiaron de asientos y nos dieron salida de emergencia, como se puede apreciar en la imagen, con espacio como para ir 2 personas, jaja, mas televisión en los asientos, un mando a distancia, posibilidad de llamar por teléfono a otros pasajeros y un cocinero que servía dulces al sentarse. Amazing Turkish Airlines!!

Llegamos muy rápido, o se nos hizo corto el viaje, aterrizamos e inmediatamente nos fuimos a coger un autobús "shuttle" que nos tenía que dejar en la Plaza Taksim, la gran conocida por las revueltas de este último año, y donde nos tenían que ir a recoger 2 de las hasta ese momento amigas de Carlos, Sibel y Kübra (el tema nombres me volvió loco por unos días, porque son tan raros que es difícil acordarse, jaja).

Sin casi tiempo y mucho hambre, nos guiaron por una de la calles que salían de la plaza y nos fuimos a comer lo que ellas dijeron que era el verdadero kebab, y no en pan sino en plato y con cuchillo y tenedor. Qué decir!!, estaba buenísimo y muy barato.

Acto seguido, salimos del restaurante y nos dirigimos con una furgoneta taxi directamente a la zona de Besiktas, donde nos iban a alojar principalmente, aunque esa noche durmiéramos en otra casa, jaja una locura!!!

Después de conocer a nuestro host, Emre, un amigo increíble que no dudó en dejarnos su casa como si fuera nuestra, nos duchamos y volvimos a la zona de Taksim, donde nos esperaban mas ex-erasmus de Ostrava, amigos de Carlos. Allí nos tomamos unas cervezas en "La Pera Bar" y yo seguí con mi problema de recordar todos los nombres, jaja, porque encima no es lo mismo cuando te lo dicen que cuando te lo escriben, una locura...se nos mezclaba con el checo, y de hecho, mas de una vez se nos escapó un "dekuju" a los camareros, jaja

Como ya sabíamos que íbamos a dormir en otra casa esa noche, tuvimos que llevarnos algo de ropa en una mochila para el día siguiente, lo que no sabíamos, era que la noche se iba a desmadrar en unas magnitudes tan desmedidas.

Miércoles noche

Después de una ducha rápida en casa de Emre, cogimos algo de ropa en una mochila que tenía Carlos y nos fuimos directamente de vuelta a la plaza Taksim para ir a un local de fiesta donde se iba a celebrar una Erasmus Party. Lo único que sabíamos era que había que ir vestido con una camiseta blanca.

Por alguna razón, primero nos llevaron a una especie de hostel que había al lado del local donde todo el mundo estaba ya pintado de colores por todas partes. Nosotros como ignorantes, entramos rozándonos con todos, hasta que nos dimos cuenta que la pintura estaba fresca y nosotros llenos de ella ya.

Decidimos volver al local sin más, y allí con la entrada nos dieron una camiseta blanca de usar y tirar básicamente. Dentro del local montones de recipientes con pinturas de colores y pinceles para todos. La gente empezó a pintarse la camiseta unos a otros, cara, brazos, etc etc....

Después de 20 minutos dentro, ya teníamos todo lleno de pintura, incluidos zapatos, pantalones e incluso (y esto si que no sé como), la ropa interior, monedero, etc
Pensábamos salir un poco y volver a casa sobre la 1 o 2 máximo para poder levantarnos y ver la ciudad, pero se nos complicó demasiado y qué narices, nos lo pasamos de miedo y no queríamos irnos. Acabamos a las 4 de la mañana comiendo lo que ellos llaman "wet burguer", que es una hamburguesa sumergida en algo un pelín asquerosillo... (Wet burguer info)

Al llegar a casa, lloviendo encima, ibamos totalmente llenos de pintura y agua...no nos dieron ganas ni de ducharnos, directamente al sofá cama tal cual. Lo peor se lo llevó Ecem que tuvo que dormir 1 hora e ir a trabajar enseguida desde allí, porque su casa estaba muyyy lejos para poder ir y volver...

Jueves

Al despertar en casa de Bircan, como es de imaginar, estábamos reventados de dormir apenas 4h y teniendo que escuchar a las 5 am el canto gregoriano de las mezquitas.... les habría matado :P

Nos duchamos en su casa, una ducha que era como un cuarto con un lavabo y la ducha en el medio, sin más, es decir, el agua de la ducha caía al suelo y esta se iba hacia un agujero en un lado del suelo. La sorpresa fue descubrir al día siguiente cuánta pintura tenía la cazadora y la ropa, porque nos iba a tocar llevarla todo el día hasta la noche que nos fuéramos a casa de Emre en Besiktas. La peor parada fue la mochila de Carlos que parecía un carnaval de colores, jaja

La idea era ir a desayunar primero y después empezar el recorrido, y Bircan decidió llevarnos cerca de su universidad, en un restaurante con vistas al mar Bósforo increíbles, con la mezquita de Suleymaniye detrás.
Fue un desayuno turco tradicional con mezcla de dulces y salados, con mermelada de fresa, de uva, 5 o 6 tipos de queso diferente, una crema en el medio como turrón líquido, un huevo cocido, jamón y algo de ensalada. La verdad que estaba muy bueno todo y como las mujeres no comen mucho, pues nos pusimos las botas, jeje

Justo después y a solo 100m, estaba dicha mezquita de Suleymaniye, la cual entramos a visitar, y como marcan los cánones, todos descalzos y las mujeres con un velo cubriéndoles el pelo por respeto.

La mezquita era impresionantemente enorme y claro, la zona de mujeres estaba apartada, no sea que se les vaya a contagiar algo a los hombres rezando. Fue curioso porque preguntando a las chicas de nuestro grupo, todas coincidieron ser ateas, ya que encima los cantos y las ceremonias eran en árabe, idioma que no entienden en absoluto, como si en España las misas se dieran en latín, un sin sentido.
Como se puede apreciar, por dentro es como una catedral, con columnas y techos muy altos, y en el medio en lugar de bancos, tenían unas alfombras divididas en segmentos individuales para cada sujeto rezando.

Después de salir de la mezquita caminamos un poco por los alrededores de la facultad, nos enseñaron la de económicas donde estudian ellas y acabamos caminando hasta llegar al gran bazar, que yo me pensaba que era un típico mercado al aire libre, que aunque grande no dejaría de ser un mercado....pues no, era subterráneo y era enorme.

Caminabas y caminabas y solo veías tiendas de todo tipo, ropa, joyas, comida, etc etc...al final las chicas tuvieron que pedir ayuda en varias tiendas para poder salir de allí porque nos perdimos entre la maraña de callejas.

Una anécdota curiosa dentro fue que, en Turquía, es común ver por la calle a parejas, grupos de hombres, grupos de mujeres o grupos donde hay mas hombres que mujeres (aunque esto de grupos también es raro), pero nunca más mujeres que hombres como era nuestro caso. El caso es que uno de los que vendían se percató que éramos españoles y empezó a preguntarnos sorprendido - "¿Pero cómo lo hacéis para encontrar 3 mujeres turcas e ir con ellas por la calle?" - y justo a continuación otro indignado dijo en voz alta - "Ahora voy a ir yo a vuestro país a quitaros a vuestras mujeres!!"- madre mía, como si fueran algo que posees...pero bueno, una historia más para contar, no pasó de ahí.

Al salir de ahí, nos dirigimos por la calle Divan Yolu hacia el parque de Sultan Ahmet, donde se encuentra otra de las mezquitas más importantes de la ciudad, Hagia Sophia, pero tuvimos mala suerte porque estaba cerrada, así que nos dirigimos a ver otra especie de basílica bajo tierra, construida en tiempo romanos, donde llegaba el agua transportadas desde 19 km fuera de la ciudad, Yerebatan (http://yerebatan.com/).

Tras hacernos unas fotos y caminar alrededor, nos dirigimos a la mezquita del Sultan Ahmet, como el nombre del Parque, ya que está enfrente. Era bastante parecida a la de Suleymaniye, así que nos volvimos a descalzar y nos tiramos en la alfombra unos minutos para descansar los reventados pies.


Sin más que hacer nos volvimos cerca de la costa a cenar algo (kebab, cómo no!!) y justo después, cruzamos el puente de Galata para probar uno de los dulces propios de la ciudad, los Baclava (Baklava). Era curioso ver en el camino a la pastelería la cantidad de gente que a esa hora (alrededor de las 8pm) estaba todavía cocinando pescado y verduras por la calle para vender. De ahí ya nos fuimos a dormir a casa de Bircan, donde nos descubrirían la verdad de internet en Turquía, con Twitter y Youtube totalmente bloqueados, para evitar filtraciones de videos del presidente del país robando votos cual delincuente, :P.

Viernes

El viernes, y especialmente por la mañana fue un poco horrible ya que no dejó de llover hasta casi las 3pm. Nos fuimos directos a casa de Emre in Beçiktas, porque nos iba a llevar a un sitio típico de la zona a desayunar, aunque resultó ser el mismo desayuno que el día anterior con algún que otro añadido, pero estuvo genial.

Acabamos alrededor de la 1.30pm, y como seguía lloviendo, a Emre se le ocurrió que debíamos probar el café turco, típico café turco, y si alguna vez lo probáis, ya sabréis por qué es especial. E aquí una muestra:

Esa misma tarde conocí a otra de las amigas de Carlos, Gamze, que nos acompañó en nuestro periplo cafetero. Fue divertido porque una de las turcas, Sibel, suele leer los posos del café para adivinar el futuro, pero siempre a modo de hobby, nada serio, pero es algo nuevo y quisimos probar, jaja.

Sobre las 3pm dejó de llover y pudimos levantar el culo de la silla, porque llevábamos desde las 12 sin hacer nada de nada. Nos fuimos a dar un paseo por la zona y caminando hacia el este, nos encontramos con el Parque Yildiz, una especie de pulmón en medio de la gran ciudad.



Después de un buen paseo por el parque, seguimos caminando hasta llegar a las faldas del puente que comunica la zona europea con la asiática Bogaziçi. Una vez allí, decidimos relajarnos un poco fumando algo de shisha (Nargile alli) aunque yo me dediqué a mirar, jaja, que siempre olerá mejor que el tabaco normal.

Entre shisha, té y muchos gatos, nos dieron las 5pm y empezamos a tener hambre, sobre todo al ver a Gamze comer otro típico plato de la zona:
Lo que se ve en la imagen anterior, es una patata cocida a la que han abierto en 2 y sacado la patata, a continuación rellenado con verduras de todo tipo mas parte de la propia patata y alguna salsa de yogurt por encima, riquísimo y explosivo, 10Tr (3€). 

En nuestro camino de vuelta nos despedimos de Kubra y unos metros más adelante nos despedimos de la pobre Sibel, que tenía que coger un ferry e irse a casa en la zona asiática, para poder ducharse y cambiarse de ropa.

Carlos, Gamze y yo nos quedamos en un Starbucks en la zona del Barbaros Bulevar, esperando por mi amiga Begum, la cual conocía desde que estudié en Connecticut, y que no veía desde entonces en 2008.

La pobre se demoró mucho por temas laborales, e incluso cuando nos la encontramos todavía seguía enviando correos de trabajo mientras nos dirigiamos en el taxi a Taksim para salir de copas. Allí nos llevó a un bar con rooftop muy chulo con unas vistas impresionantes, pero algo caro y con un frio del demonio.

Desafortunadamente, esa noche Emre nos tuvo que dejar las llaves de casa para poder ir más tarde, porque él iba a aprovechar para visitar a su novia que estaba enferma en otro sitio y volvería mas tarde. Por este motivo, Carlos y yo no nos quisimos retrasar mucho de copas y volvimos sobre las 2am avisando a Emre previamente para llegar a la vez.

La realidad fue que Emre no llegó hasta las 5.30 de la mañana, con una borrachera de miedo y nosotros durmiendo en el salón, jajaja. El problema era que era él el que nos tenía que dejar en el ferry al día siguiente para poder ir a la zona asiática a visitar lo poco que había que ver por allí, pero como vivían varios, pues les hacía ilusión enseñarnos la zona.

Sábado

Todavía con la borrachera en su cuerpo, Emre, que no tuvo fuerza ni para apagar las luces del cuarto cuando llegó, no nos pudo acompañar al ferry, de hecho ni le despertamos, le dejamos un post it y nos fuimos a la aventura.

No era difícil, estaba al lado, solo necesitabamos entender qué ferry era y el horario, porque habíamos quedado a una hora concreta en la otra parte con Sibel y Can. Finalmente lo encontramos y nos dió tiempo incluso a desayunar unas típicas tortas de queso y carne que vendían en el propio bulevar Barbaros, y unos zumos naturales de naranja a 3Tr cada uno, increíble.

Montamos en el ferry y 20 minutos más tarde estábamos en la zona asiática de Estambul.

Una vez allí, nos encontramos con toda una plaza llena de gente, que asistía a mítines políticos, ya que era el fin de semana de las elecciones regionales de Turquía. Una vez allí, nos encontramos con Can y tuvimos que sentarnos a esperar por Sibel, que se había perdido seguramente, jejeje

Sin esperarlo, apareció otra amiga de Carlos, Gulzum y mi querida Ecem :D.
Nos levantamos después del té y comenzamos a caminar por las callejas donde estaban los bazares callejeros repletos de verduras, especias y sobre todo pescado.

Había pasado un buen rato ya y estábamos hambrientos, ya que el desayuno tampoco fue abundante, nos detuvimos en una crepería famosa en Estambul, y este fue nuestro almuerzo:
Waffles, o en español gofres.
Ya con energía suficiente, seguimos el paseo por la costa hasta llegar a una de las calles más caras de la zona, donde nos metimos a tomar algo un buen rato después "The Old English Pub".
La verdad que esa zona ya no daba para mucho y nos cogimos una furgo-taxi y nos dirigimos a la plaza donde se cogen los ferrys de nuevo. Descansamos un rato en otro sitio de shishas, donde curiósamente apagaron la música cuando empezaron los rezos, por respeto. Después de un par de horas allí metidos, decidimos coger el ferry de vuelta, no sin antes comprarse Carlos unas zapatillas casi casi originales, jejeje.

Al llegar al otro extremo, hacía mucho viento y un frío impresionante. Así que cogimos inmediatamente rumbo a casa de Emre, y como estábamos cansados y hacía frío, optamos por quedarnos todos, los 5 a dormir en casa de Emre, aprovechando que él se quedaba en casa de su novia. Fue aquí cuando nos enteramos que el pobre Emre no dormía en una cama, que estaba durmiendo encima de una esterilla en ese cuarto pequeño para dejarnos a Carlos y a mi dormir agusto esos días...un gesto muy grande por parte de Emre.

Domingo

Al despertar nos dimos cuenta que nos faltaba gente, Las mujeres se tenían que ir pronto por la mañana a casa, ya que era el gran día de las votaciones electorales.

Durante todo este día, no se podía beber ni vender alcohol en toda Turquía, para evitar así comportamientos inadecuados por las calles, las cuales estaban infestadas de policías y militares, sobre todo en Taksim.

La verdad que pensábamos que iba a ser un día de poco movimiento con tiendas cerradas y demás, pero qué va, un domingo espléndido, con 20ºC y mucho por ver todavía. Carlos y yo nos dirigimos a Taksim desde Besiktas, donde cogimos un funicular que nos dejaría justo en la orilla del mar, para coger el tranvía que nos dejaría en Hagia Sophia otra vez, para poder verla, ahora si, antes de que cerrase (entrada 24 Tr).


Cuando acabamos, nos fuimos los dos andando calle abajo hasta la costa, porque teníamos la intención de coger un barco que nos daría un tour por el mar del Bósforo. El problema fue que Sibel llegó muy tarde por tema de tráfico y cuando llegó, nos faltaban unos 25 minutos para el siguiente barco, así que decidimos irnos a la Galata Tower, desde donde se ve Estambul entero.

Las vistas fueron una pasada, y las colas para subir también, jaja..en el camino un par de zumos a 1 Tr (33 c/€) para coger fuerzas.

Una vez abajo, comenzamos a caminar en dirección a Taksim, para encontrarnos con Kubra y Ecem que estaban esperándonos enfrente de la embajada Rusa. Al encontrarnos, nos fuimos a comer a una restaurante de la misma calle, en la 4 planta con vistas de todo lo que pasaba alrededor.

No hace falta comentar nada de la comida. Nos pedimos una parrillada de carne turca para los 2 con la que casi morimos, pero mereció la pena.

Después tiempo de bazares y de comprar una shisha para nuestro colega Sergio en Brno. Una vez la encontramos y decidimos comprarla, todos se quedaron en ese mismo local mientras se la preparaba para llevar enrollada en plástico de bolas. Tristemente, yo tuve que ir, con ayuda de Ecem, a casa de Bircan a por mis zapatos que se me habían olvidado 2 días antes.

Mi sorpresa fue que al regresar como 40 minutos mas tarde, estos seguían allí de charla con el vendedor, que hablaba español perfectamente (vivió en España 12 años), y tomándose té y dulces sin sentido.

Al terminar, y como no se podía beber alcohol en ningún sitio, decidimos volver a casa de Emre caminando, aprovechando que todavía quedaban cervezas checas Radegas que habíamos llevado para las chicas desde Brno. Teníamos poco que hacer ya, recoger la maleta para regresar a Brno al día siguiente, y aquí Ecem nos ofreció llevarnos a su casa, porque ella trabaja en el aeropuerto y por tanto queda más cerca y nos podía acompañar pronto para coger el vuelo.

En el camino a casa, nos tuvimos que despedir tristemente de Gulzum y Kubra, muy buena gente. Antes de entrar en casa de Emre, nos llevo a otro sitio de comida turca, una especie de kebab con carne picante, que no estaba mal, pero ya no podíamos mas, jajaj era demasiado. También fue el momento de ver los resultados de las elecciones y deprimirse un poco.

Al llegar a casa de Ecem, 1 hora y media después de coger el primer taxi (dios mío!!!), nos esperaban sus 2 hermanas y su madre, ninguna de las cuales hablaba inglés...amazing!! pero eso sí, eran muy majas y hospitalarias.

Última ronda de internet en su casa, ducha rápida y a dormir todos apiñados.

Lunes

Hicimos bien en ducharnos porque al día siguiente nos quedamos dormidos, y nos levantamos a carreras para salir pitando al aeropuerto. La pobre Ecem llegó tarde al trabajo y nosotros nos tuvimos que despedir de ellas (Ecem y Sibel) a carreras, cosa que no me gustó mucho :C De hecho, lo último que escuché al ir a dormir fue el primer canto mañanero de las mezquitas, así que imaginad qué nochecita de juerga, aunque, era la última, lo merecía.

Como consecuencia de las carreras, se me perdió la funda del movil y me dejé el neceser en su casa, aunque espero recuperarlo algún día.... "if you know what I mean"
Nota final del viaje, un 9, ya que nada es perfecto en esta vida, aunque para mí este viaje lo fue, hice nuevos amigos a los cuales ya echo de menos, desde el mismo momento que subí al avión.

Siempre os estaré agradecido por mostrarme vuestra ciudad, vuestras costumbres y vuestro país.


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