Este viaje a Cracovia la verdad que era de obligado cumplimiento, y lo llevábamos aplazando desde Febrero de este año. Nos vino bien, porque empezábamos a estar un poco hartos de Brno, porque aunque no lo parezca, la vida en Brno es dura psicológicamente, porque es pequeña, la gente es poco amigable y hay poco o nada que hacer a aparte de beber cerveza y fiesta.
Salimos el viernes por la mañana desde el aeropuerto Turany de Brno, y no sin complicaciones, porque estuvimos 1 hora esperando a que nos solucionaran un problema con el mechero del coche, para poder cargar el gps que teníamos en el móvil de uno del grupo.
De camino, teníamos pensado detenernos en Olomouc, otra ciudad importante de la zona, para desayunar algo y verlo, pero había un festival con el que no contábamos y la ciudad estaba impracticable, así que seguimos rumbo a Polonia con el coche.
Ya nada más cruzar la frontera se notaba algo diferente, las casas, el orden, limpieza y autovías nuevas. Cabe decir que las carreteras en la República Checa están hechas un asco, y en comparación, las de Polonia eran nuevas. De todas formas, en Cracovia, la gente estaba más acostumbrada a los turistas y la verdad que se notaba, que la gente era mucho más abierta y se dejaba preguntar y sin problemas.
El primer día casi nos dio tiempo a ver toda la zona del casco viejo de la ciudad. Era bastante bonito, hacía buen tiempo y nuestro hostal estaba a 5 minutos del centro en la zona judía, qué mas se podía pedir. Pudimos ver el Castillo de Wavel, con la catedral incluida, Market Square con la torre del ayuntamiento y muchas, muchísimas iglesias a lo largo de toda la ciudad.
 |
 |
 |
| Patio interior Castillo | Vista del Castillo (Este) | Vista de la catedral (Oeste) |
La verdad que todos esperábamos que la ciudad fuera más grande, en lo que a histórico se refiere, pero el primer día casi nos vimos toda la ciudad, pero bueno, el siguiente día lo dedicamos a pasear y ver algún mercado local, la zona judía al lado del hotel y a tumbarnos un rato al sol de Cracovia cerca del río.
La ciudad en primavera y verano esta muy animada, llena de gente joven que va a visitarla y tiene bastante vida nocturna. Nos dio tiempo a ver música en directo y pudimos ir a varias discotecas pero realmente estábamos cansados y nos fuimos a dormir pronto.
En cuanto a comida, hay de todo. Nosotros antes de venir contamos con ayuda de algún polaco que nos indicó qué podíamos o debíamos pedir típico de aquí y así lo hicimos. Lo primero una especie de "dulce" según dijo nuestro confidente, pero que resultó ser pan, que vendían en la calle en todas partes, luego fue un plato típico de aquí que era una hogaza entera de pan, abierta y rellena de una mezcla de cebolla, carne y una salsa picante (no nos gustó mucho).
Finalmente, nos quedaba por probar una especie de sándwich que vendían por todas partes, pero qué casualidad que el mejor sitio de la ciudad donde lo vendían, era cerca de nuestro hostal, en la zona judía y no nos quedó otra que acercarnos el domingo por la mañana antes de ir a Austwitz. No era gran cosa, simplemente un bocata como el del Subway o Pan & Company pero era típico de allí, y nos cogimos uno cada uno para comerlo de vuelta.
Referencias:
Hostal = MomoTownHostel ( reservar parking ) -> 11€ noche con desayuno
Fecha recomendada = Abril en adelante
No comments:
Post a Comment